Los automóviles pueden ser hackeados
La adición de tecnología a los vehículos supone beneficios en confort y seguridad, aunque también mayor vulnerabilidad frente a los intrusos informáticos.

Los nexos entre la industria tecnológica y la automotriz son cada vez más estrechos. Con el ánimo de ejemplificar lo afirmado, invitamos a consultar los siguientes enlaces: los vínculos de la firma Microsoft con el cosmos automotor, y el trabajo de Volvo con la mira puesta en el vehículo conectado.
La adición de tecnología supone mayor confort, más alternativas de entretenimiento para los ocupantes del vehículo, y propicia una evidente evolución en términos de seguridad al volante. Todo parece ser beneficio, pero este vínculo también abre camino a una vulnerabilidad para los automóviles: al incluir computadoras y sistemas informáticos, ellos se convierten en eventuales víctimas de la acción de un hacker.
»Al incorporar estas nuevas prestaciones, la seguridad ha quedado en un segundo plano. A medida que se van incorporando mayor número de funciones en la tecnología digital de los automóviles, las amenazas de ataques se incrementan», afirma el especialista en seguridad informática McAfee en este informe.
En un repaso publicado en BBC Mundo, advierten algunas de las formas mediante las cuales un experto en sistemas informáticos es capaz de hackear un vehículo: desde alterar su rumbo en forma remota hasta descifrar el código de apertura de puertas. No hablamos de ciencia ficción: sobre este último punto, recientemente un tribunal dictó una medida cautelar para eliminar un artículo divulgado por un experto de la Universidad de Birmingham, el cual exponía el algoritmo que opera en las llaves de los automóviles de última generación para dar arranque al motor.
En simetría a lo que ocurre con el usuario de computadoras, estar conectado a una red (Internet, por caso) es un factor que multiplica la vulnerabilidad. En tal sentido, son cada vez más los vehículos que incluyen algún tipo de conexión: antes mencionamos las previsiones de Volvo; una de sus grandes apuestas es la creación de una nube que permita a los vehículos que circulan en una carretera estar conectados entre sí para, por caso, compartir información y anticipar el estado del camino. Retomando el tema que nos convoca, sobre este punto especialistas advierten que interfiriendo estas redes inalámbricas es posible operar la radio a distancia, activar el parabrisas, controlar la calefacción, tocar la bocina e incluso alterar la información del tablero de instrumentos.
No todo el peligro está en la conectividad. Investigadores de las Universidades de California y Washington lograron intervenir un automóvil mediante un antiguo CD. Convirtieron un archivo MP3 en un troyano que, al ser reproducido, permite alterar el sistema de controles, subir y bajar los pestillos de las puertas, concoer su ubicación geográfica e incluso frenar. El ánimo de la investigación, afirman, es advertir a los fabricantes acerca de las vulnerabilidades de sus sistemas de seguridad. Más detalles pueden ser consultados en esta nota.
Por último, lo que más preocupa: ¿puede un hacker, a distancia, alterar el rumbo de circulación de un automóvil? Especialistas de DARPA, una dependencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos, reveló que esto es factible. Para ello diseñaron un software especial, el cual opera sobre las unidades de control electrónico de los vehículos pudiendo modificar aceleración, dirección y frenado del mismo. Criticados por esta divulgación -la tentación para maleantes, más que hackers– los responsables del proyecto indicaron que para que ello sea posible es necesario instalar un sistema dentro del vehículo, algo costoso y poco factible.