La sexta edición de la Explorer aparece en LA

La renovación de este reconocido y deseado SUV de la firma del óvalo contempla un nuevo diseño exterior e interior, mayores elementos de confort y tecnología y mecánicas más rendidoras y eficientes.

Salones | conduciendo | 20/11/2014 | Compartir

Ford sigue de festejo en el 2014. Quizás en esta oportunidad sin tantas luces ni revuelo mediático ni expectativa mundial; sin embargo, cuando las cincuenta velas del Mustang se terminaban de apagar se encendieron las veinticinco del Explorer y las celebraciones, antes de concluir el año, siguen vigentes.

Con motivo del cumplimiento del primer cuarto de siglo de su SUV de grandes dimensiones, la firma del óvalo aprovechó el marco del Salón Internacional de Los Ángeles para dar a conocer la renovación del Explorer, la cual adopta un nuevo diseño exterior -aunque llamativamente distinto al del resto de la gama-, un interior de características más premium y nuevas motorizaciones, entre las que destaca el propulsor de 2,3 litros EcoBoost.

El primer cambio notorio que salta a la vista en esta sexta generación del modelo es su renovada apariencia. Si bien durante los últimos años Ford fue dotando a sus ejemplares de un lenguaje de diseño particular, de líneas y acabados más arriesgados y modernos, en esta ocasión eso no pasó. En vez de incluir la ya clásica parrilla hexagonal en el frente se colocó una de aspecto más agresivo y robusto, pero algo más recta y más conservadora. Puede que esto se deba a que este SUV, sin necesidad de adaptar a los últimos lineamientos estilísticos, es uno de los más buscados de su rubro y ya vendió más de siete millones de ejemplares en los Estados Unidos desde su aparición en 1991.

Al margen de esto, aparecen nuevos faros con luces diurnas de LED, un prominente parachoques y faros antiniebla de grandes dimensiones. En la zona trasera las modificaciones incluyen luces de diseño más actual y un “difusor” de carácter más deportivo que integra los tubos de escape rectangulares. Las llantas de serie son de 18 pulgadas, aunque se puede optar por unas de 20 pulgadas bitono y un techo corredizo de doble panel.

Por dentro, las modificaciones principales se centran en formas más rectas y tradicionales, nuevos materiales de mejor calidad, nuevos tapizados, variadas combinaciones de colores y, principalmente, el reemplazo de los controles touch -tan criticados por los usuarios en la edición pasada– por botones. Asimismo, la compañía asegura que se rediseñaron las plazas traseras de modo tal que se obtuvo más espacio para la piernas tanto para la fila del conductor y el acompañante delantero como para la segunda hilera.

Se añadieron cámaras de estacionamiento con autolavado, se mejoró el Park Assist, para abrir el portón trasero sólo es necesario pasar el pie por debajo el paragolpes y el equipo de sonido es uno Sony de 500 watios. Además, con esta edición surge la variante Platinum, que se ubicará en el tope de la oferta y se diferenciará del resto por contar faros LED, techo panorámico, una parrilla específica, llantas de 20 pulgadas, asientos de cuero perforado, molduras interiores en madera y aluminio satinado; un volante calefactado, costuras especiales y una pantalla de 10 pulgadas, entre otros elementos.

Debajo del capó continúan las novedades. A partir de ahora, el motor de acceso a la gama será el EcoBoost de 2.3 litros, el mismo que lleva el nuevo Mustang, y que es capaz de generar 270 caballos y 300 lb.-ft. de torque, por lo que se augura una mayor potencia y mayor eficiencia que el propulsor que se comercializaba antes como base. Junto a este impulsor hay otras dos opciones de mayor tamaño, un V6 de 3,5 litros de 290 caballos y 255 lb.-ft. de torque asociado a una caja automática SelectShift de seis velocidades y un V6 EcoBoost de 3,5 litros que entrega 365 HP y 350 lb.-ft. que usa la ya mensionada transmisión automática.

Aunque de serie las versiones equipen una tracción delantera, el cliente podrá optar por un sistema de tracción total inteligente denominado Terrain Management System, que analiza la superficie por la cual se está rodando y adecua la tracción y el funcionamiento del vehículo según sea necesario.

La producción del nuevo Ford Explorer se realizará, mayormente, en la planta que la automotriz tiene en Chicago, y en las factorías de Venezuela y Rusia. Por el momento no hay información alguna de los posibles valores, por lo que habrá que esperar que se acerque un poco más su arribo a los concesionarios, programado para mediados de 2015.