Kia Forte5 2017, prueba de manejo
Un hatchback que se distingue por su deportividad, con variedad de características estándar, el Kia Forte5 se siente espacioso a pesar de su tamaño.
Kia es una de esas marcas que uno sigue de cerca. Y es porque en pocos años supo conquistar mercados a fuerza de mejoras constantes, tanto en diseño, calidad como en confiabilidad para llegar -o hasta superar en algunos casos- a las firmas más arraigadas del mercado.
Si bien el Forte5 no es una de las creaciones más osadas, su convencionalismo moderno lo lleva a disputar un segmento muy competitivo, donde el Ford Focus, el Mazda3, Chevrolet Cruze, Toyota Corolla o el VW Golf entre otros compiten palmo a palmo.
Este rediseño le sienta bien al producto y lo coloca más a la par de los nombrados competidores en algunos aspectos donde se encontraba rezagado. Por lo pronto notamos claramente un paso incesante en materia de encastres y terminaciones, tanto para demostrar por qué es una marca que crece en los rankings de calidad. Pero son evidencias que uno sólo advierte de la evolución y la conducción del vehículo al igual que al palpar ciertos elementos que hacen a evitar ruidos molestos durante la vida útil del vehículo.
Personalmente lo que más me gusta de esta nueva etapa es que ha ganado deportividad sin sacrificar espacio interior, logrando ser un auto amplio, con gran versatilidad para el almacenamiento y además seguro y tecnológico.
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Por fuera: Su diseño luce hace atractivo con apenas observarlo. Es que este vehículo de Kia demuestra una postura elegante combinada con un estilo agresivo. Se distingue en su frontal el diseño de parrilla universal denominada Tiger Noise, acompañada del grupo óptico y los faros antiniebla. Para no perder la identidad, las líneas dan continuidad en los laterales, donde las llantas deportivas son protagonistas. Un pequeño spoiler, ubicado sobre el portón, completa de buena manera la carrocería.
Por dentro: En el interior se aprovechan al máximo los materiales utilizados y además es cómodo para personas de tamaño medio. El espacio del habitáculo permite un egreso e ingreso fácil y ágil, al momento de sentarse o levantarse de los asientos tanto delanteros como traseros. Otra de las características que me ha dejado conforme es la versatilidad de carga, gracias a los asientos rebatibles.
La tecnología del habitáculo ha sido diseñada para que su usabilidad no sea difícil de comprender y eso suma. El sistema de infoentretenimiento consta de una pantalla táctil de siete pulgadas, con botones amplios y la novedad de Apple CarPlay y Android Auto de manera opcional.
Complace la funcionalidad de ajuste de memoria para el asiento del conductor y también la almohadilla de este, aunque un tanto más rígido no hubiera estado mal. Un buen complemento son los apoyabrazos, que aparecen en el centro de ambas filas, y los portaobjetos estratégicamente colocados.
Conducción: Ha sido positivo el andar del Kia Forte5, ya que los cambios de marcha resultan agradables a partir de la segunda velocidad. En ese momento, es cuando el motor funciona de manera óptima. Incluso en su tránsito mundano te hace sonreír. La novedad del motor 2.0 es un acierto de la marca, al igual que la opción 1.6 turboalimentado.
También se nota el trabajo para aislar el sonido exterior y entregar una cabina acústica, sin embargo, en el tránsito por autovías a mayor velocidad se siente el ruido del viento y los neumáticos.
De esta forma concluye una positiva revisión. Dinámica de conducción aceptable y tecnología a la medida, lo justo, ni más ni menos. Aunque una de sus mejores características sigue siendo los valores accesibles y las destacadas garantías.