Infiniti QX56

Un japonés diseñado al gusto americano.

Pruebas | conduciendo | 01/10/2007 | Compartir

Con algunos agregados de equipamiento y unas pocas modificaciones exteriores pero con un importante y muy positivo rediseño interior, ya se comercializa en los Estados Unidos el exitoso SUV más grande de Infiniti. El equipo de conduciendo.com tuvo el placer de probar este SUV en California. A continuación, nuestras impresiones. Esperamos poder transmitirle en palabras algo del placer que sentimos al manejar este vehículo.

Comencemos por el interior: Por su amplitud, nivel de equipamiento y comodidad, el habitáculo del QX56 nos resultó un espléndido lugar para pasar tiempo. Todos los acabados y texturas son de alta calidad y buen gusto. El equipamiento, por su parte, es tan completo que nos resulta difícil pensar en algún faltante. Disfrutamos utilizando el sistema de audio con disco rígido de 9.5 GB y nos fue de gran utilidad el navegador satelital (opcional) con servicio de información sobre el estado del trafico en tiempo real. Asimismo, en un paseo realizado con pasajeros viajando en la segunda y tercer fila de asientos, dichos ocupantes pudieron ver una película en DVD a través de una pantalla de LCD plegable (también opcional). La misma es parte de una cómoda consola que recorre longitudinalmente el techo del vehículo y que también alberga salidas y controles del climatizador y gavetas con auriculares inalámbricos. Otra útil gaveta porta-objetos removible se aloja entre las 2 butacas individuales de la segunda fila. Al quitarla, se libera un pasillo que facilita el acceso a la última fila de asientos.

Como no podría ser de otra manera, el QX56 cuenta con interfaz bluetooth para el uso de telefonía celular manos libres, tapizados de cuero y butacas calefaccionadas, además de múltiples airbags y otros sistemas electrónicos para la seguridad activa, como por ejemplo ABS, ESP, asistencia al frenado de emergencia y control de tracción. Con 1.65 mts de distancia desde la coronilla hasta el piso, quien escribe agradece a Infiniti por los pedales de altura regulable y con memoria (la misma «recuerda» también posiciones de asientos y espejos retrovisores).

El motor del QX56 es el V8 de 5.6 Lts. Su potencia máxima es de 320 HP @ 5200 rpm y su valor más alto de torque 393 Lb-Pie @ 3400 rpm. La disponibilidad del 90% de dicha fuerza a partir de las 2500 rpm y el chasis independiente del QX56 habilitan a una excelente capacidad de remolque (8900 libras, con el equipamiento adecuado). Sin embargo, esta tipo de estructura penaliza el andar: En ningún momento pudimos sacarnos de encima la sensación de estar al volante de un vehículo demasiado grande y algo torpe. Si bien las respuestas del motor son siempre vigorosas y rápidas y la suspensión puede regularse en altura, el QX56 no posee el dinamismo de un auto. Ni siquiera el de otros SUVs de su mismo segmento con mayor orientación deportiva como el BMW X5 o el Mercedes-Benz GL Class. A favor del QX56 podemos decir que su estructura independiente lo hará más seguro a la hora del off-road. Más aun: Ninguno de sus rivales posee la opción de tracción integral baja, importante a la hora de circular sobre caminos complicados.

¿Precio? En los Estados Unidos este SUV se vende a U$S 52.150 con tracción simple y a U$S 55.250 con tracción integral. Afortunados aquellos que tengan ese dinero y lo inviertan en este Infiniti.

Prueba efectuada por Ami Shapiro en Los Angeles, Estados Unidos
Adaptación y traducción al español: Ariel Lotersztein