Hummer H3

Estilo distintivo, un buen equipamiento y un desempeno mas para la ciudad que el off road hacen del Hummer H3 un vehiculo especial para aquellos que quieran salir de la rutina.

Pruebas | conduciendo | 11/01/2007 | Compartir

Las cualidades off road que han hecho famosas a las Hummer son indiscutibles, pero desde que estos vehiculos funcionan como meros transportes urbanos encontramos que en GM está teniendo que dosificar la rudeza innata de estos vehículos. Primero fue el H2 y luego el H3, el que vino a competir con arraigados SUV’S pero sin dejar de lado el estilo Hummer.

El diseño creemos que esta bien logrado, el que resulta llamativo y diferente al resto. Este estilo tipo caja de zapatos –gustos a parte– le ha dado buen pie en el mercado estadounidense.

En nuestra prueba ciudadana de la H3 encontramos que este modelo posee muchos puntos favorables y que nos sorprendieron, como otros a mejorar. En esta oportunidad nos propusimos hacer una prueba on–road ya que la mayoría de los clientes de la H3 compra este auto por su aspecto y no la utiliza para saltar del cemento al contrario de la H1 y la H2 con compradores exigentes en cuanto a la utilización fuera de ruta.

El H3 se desempeña como un auto en la ciudad, y por su manejo nos hace olvidar que estamos en esta particular camioneta, siendo muy fácil conducirlo y maniobrarlo. Su aspecto de osco no tiene nada que ver con su conducción, donde se destaca una dirección realmente elogiable.

En la carretera este Hummer resulta un poco pesado y con cierta tendencia a irse de lado por el gran despeje del piso, las suspensiones algo blandas y sus grandes neumáticos lo hacen un poco saltarín (al estilo de los típicos coches norteamericanos), particularidad que entendemos se debe más al respeto por el diseño y estética del vehiculo que sus cualidades fuera de ruta.

El motor, un V6 de 220 HP de potencia resulta suave a velocidades constantes y no muy elevadas aunque es un poco lento para reaccionar y desplazarse con rapidez desde partida detenida. Si bien en GM no pretendían hacer un auto de rendimientos deportivos, pareciera no ser su máximo argumento el impulsor que le montaron.

No resulta ser un coche confortable para realizar largos viajes y si para usarlo cotidianamente, mas allá de su tamaño. Seguramente que en ciudades como Los Ángeles, donde se realizó nuestro test, el H3 encuentra mayor confort y espacio, tanto a la hora de moverse como de estacionar, al contrario de lo que sucede en algunas ciudades europeas o sudamericanas donde el espacio a veces no abunda.

Por su lado el equipamiento nos pareció adecuado. Se destacan el gran techo solar eléctrico, los bellos asientos forrados en cuero con detalles en dos tonos y un buen diseño del interior en general que nos sorprendieron favorablemente. Asimismo, hemos notado un excesivo uso de plásticos en el habitáculo y en el exterior del vehiculo que no resultan ser de gran tacto, los que no solo es posible mejorarse, sino que en su condición actual no dan el mejor aspecto a la vista haciendo decaer un poco la calidad del H3 que en general es buena.

La habitabilidad delantera es lo que se espera de este Hummer y en el puesto de conductor se logra obtener fácilmente la posición adecuada con los reglajes eléctricos que posee la butaca. De todos modos resulta un poco difícil acceder al vehiculo porque el mismo es muy alto y no tiene estribos que faciliten la tarea, siendo complicado el acceso para niños, personas mayores o para aquellos que tengan cierto inconveniente para movilizarse. El espacio trasero es adecuado pero la altura de las butacas es demasiado baja respecto al piso del auto y no es posible apoyar con comodidad las piernas en el suelo debiendo contraerlas, posición que resulta por demás insatisfactoria. A pesar de todo el espacio interior en general no es tan importante como el pareciera demostrar desde el exterior debido a los amplios faldones y cubre ruedas externos del vehiculo.

El maletero, de cómodo acceso, porque el portón trasero se abre para el costado (aunque difícil abrirlo en una cochera pequeña) resulta de un buen volumen y cómodo para la carga de objetos.

En resumen, un auto realizado para el gusto norteamericano y de uso citadino para metrópolis amplias más que un versátil vehiculo para hacer largos viajes de ruta, aunque su estética bien lo vale para distinguirse de los demás.