Honda Accord Coupé V-6
La nueva generación introdujo un nuevo y bello diseño a la vez que gana en deportividad y en desempeño dinámico.
Cuando supe que me tocaría realizar el test de la nueva coupé Honda Accord inmediatamente supuse que iba a poder conducir el mejor de estos modelos en muchos años, sin olvidarme de la rica y larga historia de esta saga.
Antes de sentarme en él ya había percibido que sus líneas exteriores son excitantes, provocando sensaciones en quien lo ve y, sobre todo, invita a sentarse para conducirlo. Es portentoso, deportivo y elegante, una gran creación en el aspecto exterior.
El modelo probado es el del motor más grande que se monta en el nuevo Accord: un V6 de 268 hp de potencia máxima y una transmisión manual de seis marchas. Este impulsor desde su encendido detenta un talante deportivo que, al comenzar a rodar se desenvuelve con eficacia, pero su corazón se siente a regimenes elevados por lo cual, para obtener sus mejores dotes, es necesario que el motor trabaje a más de 3000 rpm, momento a partir del cual se le podrán pedir mejores reprises.
De todos modos si no estamos interesados en explotar al máximo el motor esta versión nos entregará una muy buena elasticidad y nos permitirá, a fin de preservar el combustible y el confort de marcha, manejar a bajo régimen ya que el auto recupera bien y suavemente la velocidad.
Obviamente que el confort merma respecto a la versión sedan porque se reduce la altura del vehículo y, sobre todo, el recorrido de las suspensiones y el bajo perfil de los neumáticos (45´´) y se agranda el rodado (18´´). Ello beneficia a la deportividad y al buen desempeño que tiene en curvas rápidas, pero copiará las imperfecciones del terreno con mayor intensidad. En tal sentido se disfruta más en autopistas que en calles. Esto es importante destacarlo porque las versiones coupés anteriores de Accord estaban más enfocadas al confort que a la ruta.
El diseño interior está bien logrado y posee una disposición cómoda de todas las funciones relevantes para el conductor, pero -debemos decirlo- nos ha decepcionado un poco la calidad que Honda ha utilizado para de éste automóvil, el que ostenta muchos plásticos de muy baja calidad que con las pretensiones y costo que tiene el Accord merece un mejor tratamiento. También hemos notado que la iluminación de la consola central y el panel multifunción no ha sido la más acertada como así del modo en que está diagramada la información en este display, que no es de tan fácil lectura.
Algunos faltantes me llamaron la atención como la ausencia de faros de xenon y la falta de espejo retrovisor interior sensible en forma automática al cambio de luz, como lo tienen otros vehículos de inferior categoría. También me ha llamado la atención que la llave de ignición del motor siga siendo la tradicional y no se haya optado por una electrónica o un sistema sin llave como desde hace tiempo tiene la competencia.
Más allá de lo anterior el confort de las plazas delanteras es bueno. Para el conductor la visibilidad general está bien lograda por ser una coupé y el asiento de éste último puede moverse electrónicamente aunque no posee memorias. Curiosamente las plazas traseras ofrecen muy buen espacio para las piernas, pero para una persona de 1,75 mts. la cabeza le chocará contra el techo por la curvatura del diseño. El acceso a estas plazas es un poco complicado. Por último he de destacar el espacio del maletero.
En definitiva el nuevo Accord Coupé ha tenido con este modelo su máxima expresión de diseño, mejorando todo a lo anterior y haciéndolo menos formal y más deportivo. Se destaca su motor y su conducción, pero su calidad y equipamiento necesitan ser revisados para el próximo facelift.