Tesla Model S y Model X: ligera actualización para los veteranos de la gama
Los Tesla Model S y Model X reciben mejoras clave en diseño, aerodinámica y confort que refuerzan su posicionamiento en el segmento premium de alta tecnología.
La firma de Palo Alto ha dado a conocer una actualización para sus vehículos más veteranos: el Tesla Model S y el Tesla Model X.
Ambos modelos, pioneros en la electrificación del segmento premium desde hace más de una década, se renuevan con ajustes puntuales en diseño exterior, confort interior y dinámica de conducción.
Si bien no se trata de una renovación profunda, las novedades introducidas permiten mantener a estas berlinas y SUV de alta gama en línea con los últimos avances tecnológicos de la marca.
El Tesla Model S, lanzado originalmente en 2012, y el Tesla Model X, presentado en 2015, han sido durante años los estandartes de la innovación eléctrica en el segmento de lujo.
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Las versiones actualizadas del Model S y Model X se centran principalmente en sus variantes Plaid, las más prestacionales de cada modelo.
En el plano estético, ambos reciben nuevos paragolpes delanteros con un diseño más agresivo que acentúa su carácter deportivo.
Este rediseño no solo tiene un componente visual, sino también funcional, ya que mejora la aerodinámica y la estabilidad a altas velocidades, según ha confirmado el propio fabricante.
Otro de los elementos que se renueva es el apartado de las llantas. El Model S podrá configurarse ahora con nuevos diseños de 19 y 21 pulgadas, mientras que el Model X lo hará con opciones de 20 y 22 pulgadas.
Estas flamantes llantas no solo aportan un cambio visual notable, sino que también contribuyen a una mejor refrigeración de los frenos y reducción de la resistencia al avance.
En cuanto a los elementos funcionales del exterior, Tesla ha actualizado los faros delanteros con nuevas funciones adaptativas que mejoran la visibilidad nocturna y la seguridad en carretera. Además, se ha optimizado la cámara frontal ubicada en el paragolpes.
A nivel interior, la actualización mantiene la filosofía minimalista que Tesla ha consolidado en sus modelos más recientes.
El diseño general del habitáculo permanece prácticamente inalterado, aunque se introducen pequeños cambios que apuntan a mejorar la percepción de calidad y la experiencia de uso.
La principal novedad es la incorporación de una nueva iluminación ambiental configurable, presente en el panel central, los paneles de las puertas y la consola central.
Este sistema permite al conductor seleccionar entre diversos colores y patrones lumínicos, e incluye una animación única que se activa al poner en marcha.
Aunque este tipo de personalización ya es habitual en marcas premium tradicionales, constituye una novedad en Tesla, que hasta ahora había apostado por una estética más austera.
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La gama mecánica de los Tesla Model S y Model X permanece sin cambios estructurales. Se siguen ofreciendo en versiones Long Range, orientadas a la autonomía, y Plaid, que priorizan el rendimiento.
Sin embargo, sí se han introducido ajustes que optimizan la eficiencia energética, lo que se traduce en una mejora general de la autonomía homologada.
En el caso del Model S Long Range, la autonomía alcanza ahora los 667 kilómetros con una sola carga, según el ciclo WLTP.
La versión Plaid, por su parte, se queda en 590 kilómetros, aunque con una importante reducción en su velocidad máxima, que pasa de 322 km/h a 249 km/h.
Este cambio responde probablemente a la necesidad de preservar la integridad del sistema de propulsión y optimizar el consumo energético en condiciones reales de uso.
El Model X, por su parte, también experimenta un incremento en la autonomía. La versión Long Range puede recorrer hasta 563 kilómetros, lo que representa una mejora de 61 kilómetros respecto a su predecesor.
La versión Plaid, enfocada en la máxima performance con sus tres motores eléctricos y más de 1000 CV de potencia, logra una autonomía de 335 kilómetros.
