El mundo automotriz seguirá mirando a China

A pesar de la baja en las ventas de los últimos tiempos, el potencial del país asiático y los malos momentos de las economías desarrolladas harán que China siga siendo el centro de atención para la industria.

Interés General | conduciendo | 20/07/2012 | Compartir

Mientras Estados Unidos caía en 2008 y Europa aguardaba su debacle económica, China potenciaba sin cesar su camino a ser la mayor compradora de productos del mundo. La industria automotriz no fue la excepción.

En los últimos años el país más poblado del mundo, y actual segunda economía global, no ha respirado para crecer sin precedentes hasta superar la barrera de los 18 millones de vehículos al año. Ni siquiera el enfriamiento de los últimos meses en esa economía pudo frenar este crecimiento porque la incorporación de millones a la clase media cada año, las migraciones a las grandes ciudades, la apertura de la economía y las necesidades occidentalizadas incrementaron las ventas de automóviles.

Esto le ha servido enormemente a la industria automotriz. Mientras en Europa las marcas no han terminado de ver asistir a su caída en las ventas y de reportar pérdidas o recortes, ellas mismas pudieron compensar y hasta aumentar su facturación gracias a China.

Si a ello le sumamos a los países emergentes, a la pujanza de América Latina en los últimos tiempos y a la reciente e incipiente recuperación de Estados Unidos no auguramos un mal futuro para la industria.

Pero estas crisis no han sido en vano. La industria, sobre todos la estadounidense, se tuvo que reconvertir achicando costos, produciendo vehículos más eficientes, menor cantidad de productos y mejorados (hasta han desaparecido marcas como Hummer, Oldsmobile, Saturn, Saab, Pontiac y la propia Opel se encuentra agonizando). Prueba de este renacer es la nueva Ford, la General Motors post salvataje y la Chrysler aliada y vendida en gran parte a Fiat.

Otras marcas, como las francesas Peugeot-Citroën o la mencionada Opel (de GM) no la están pasando tan bien. Pero China casi todo lo puede y ofrece un salvataje a todas estas marcas, aunque ello no es gratuito. Para producir modelos en aquel país el estado condiciona la alianza con otras empresas nacionales, pero el gran mercado y próximo a ser el primer consumidor del mundo bien valen la pena para marcas de autos que ven allí, a pesar de las ondulaciones del mercado, un enorme potencial que sostendrá a cualquier empresa que sea bien recibida por los chinos.

A pesar de todo china seguirá creciendo y abriendo su economía –aunque fuera no oficialmente- para atraer mayores inversiones e incorporar más personas a la clase compradora. Si bien esto traerá nuevos problemas, como el encarecimiento de la producción interna, la industria automotriz puede descansar en este salvavidas que ha llegado a tiempo.