Cadillac se muda a Nueva York
Además del traslado de las oficinas centrales a la Gran Manzana, la firma de lujo se independizará de GM con el afán de poder desarrollar sus planes de expansión de manera más libre.
Con la intención de volver a posicionar a la marca como una de las más destacadas dentro del segmento de lujo, General Motors confirmó que Cadillac, su división de automóviles de lujo, dejará la sede central de la compañía en Detroit para establecerse como una unidad de negocio independiente en Nueva York a partir de 2015.
Así como en su momento Johan de Nysschen, flamante presidente de la firma, fue el responsable de la mudanza de las oficinas de Infiniti de Japón a Hong-Kong, en esta oportunidad vuelve a tomar la misma estrategia para elevar las acciones de Cadillac y poder “perseguir oportunidades de crecimiento en el mercado del automóvil de lujo con un mayor enfoque y claridad”.
“No hay ninguna ciudad en el mundo donde los habitantes están más inmersos en un estilo de vida premium que en Nueva York. El establecimiento de nuestra nueva sede mundial en Soho coloca Cadillac en el epicentro de una vida sofisticada. Permite que nuestro equipo pueda compartir experiencias con los consumidores de primera marca y desarrollar actitudes en común con nuestra audiencia”, expresó de Nysschen.
El plan de esta nueva ubicación contempla un espacio polivalente para eventos junto con las oficinas tipo loft en el corazón de la Gran Manzana. Por su parte, no habrá ningún cambio en los equipos de desarrollo de productos técnicos ubicados en Michigan, ni tampoco las operaciones de fabricación o de montaje.
En la actualidad Cadillac tiene presencia en 40 países y la idea es seguir expandiéndose. Sin embargo, y más allá de que logró un 28% de crecimiento mundial en 2013 y un aumento de alrededor del 10% en lo que va del año, donde las ventas en China llevan un alza del 64% hasta la fecha; la realidad también indica que la comercialización en Estados Unidos, el principal mercado para la firma, ya acumula una reducción cercana al 5%, pese a que la demanda de vehículos del segmento de lujo en Norteamérica está creciendo.