Audi R8 GT
Los 100 kilogramos menos, por su partes en carbono, que la versión convencional y el motor V10 FSI, se unen para desarrollar unos 560 CV y un 0 a 100 km/h en 3,6 segundos.
Audi presenta una versión de producción limitada de alto rendimiento deportivo, el GT R8. La salida de su motor V10 de 5.2 litros se ha aumentado a 560 caballos de potencia, gracias a que su peso se ha reducido en aproximadamente 100 kilogramos. Esta versión acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 320 km/h.
El diseño exterior sufrió numerosas modificaciones potenciarán aún más la apariencia ultra deportiva. Muchos de estos detalles ayudaron a la reducción del peso y a mejorar la aerodinámica. Este modelo, con respecto a la versión convencional, produce aún más carga aerodinámica cuando está conducido a alta velocidad, sin ningún aumento en el valor del Cd (0,36) o el área frontal (1,99 m2).
Según la marca, uno de los puntos culminantes en el desarrollo del R8 GT son los faros LED estándar, que usan diodos emisores de luz para todas las funciones. Estos producen una luz brillante, homogénea, y tienen una larga vida útil y bajo consumo de energía. Además, tienen una apariencia atractiva y distintiva.
Otros elementos definitorios en la vista lateral son las tomas de aire, que dirigen el viento al motor y están hechos de carbono. Este mismo material se utiliza para recubrir los espejos laterales, que están montados en una base de aluminio y los rines de 19 pulgadas cuentan con un exclusivo diseño de cinco radios dobles.
Las modificaciones en la parte trasera son especialmente evidentes, empezando por el de ala fija de carbono. Las rejillas de ventilación en ambos lados de la puerta trasera y el parachoques, que integra los tubos de escape más grandes, se han rediseñado. Por último, las luces, que también utilizan la tecnología LED, están cubiertas por un tono oscuro con cristales de vidrio claro.
Se han tomado y desarrollado diferentes modificaciones para hacer aún más deportivo el modelo R8 Convencional. Una tarea que a simple vista no parecía fácil, pero viendo el R8 GT queda claro que la firma alemana ha logrado su objetivo.