Test: Toyota Highlander 2019
Ponemos a prueba al Toyota Highlander 2019, un SUV que se destaca por su comidad y confiabilidad a la hora de emprender un viaje de larga distancia.
Actualmente en su tercera generación, la edad del Toyota Highlander 2019 se está volviendo obvia. Introducido en 2014, el Toyota Highlander 2019 sigue siendo relativamente similar a sus hermanos de 5 años. Sin embargo, a pesar de su edad, el Toyota demuestra ser un vehículo extremadamente bien redondeado para familias y convertirse en guerrero el fin de semana por igual.
Donde brilla el Toyota es en su comodidad de larga distancia, visibilidad del conductor, numerosos puertos USB y amplio espacio de almacenamiento. Durante nuestra prueba alrededor de Los Ángeles y el sur de California, el Toyota fue excepcionalmente cómodo tanto para los tránsitos de de carretera como para los desplazamientos diarios.
Más en Conduciendo.com: Notas Toyota
No importa dónde esté sentado, el Highlander tiene capacidad para siete adultos de tamaño completo. Pero donde el Highlander realmente brilla es en su forma de conducir. Ciertamente no es una “superestrella” de la pista, sino que se maneja con el tipo de solidez y seguridad al mejor estilo tanque de guerra que se encuentra comúnmente en los SUV más grandes y más caros. La dinámica de conducción es controlada y confiada, pero sin inspiración. Pero eso no es algo malo. Para uso diario, el Highlander es una opción sólida.
La única queja es la cantidad de ruido de la carretera que sobresale de la cabina, sin duda es más ruidoso para un vehículo de esta clase. Dicho esto, el estéreo JBL ofrecido en nuestro modelo de prueba Premium compensa el ruido de los neumáticos. Además, con dos altavoces y un subwoofer montado en la puerta, el Highlander subirá al escenario en cualquier fiesta al aire libre o en el portón trasero.
¡Otras características notables incluyen 4 puertos de carga USB, un tomacorriente eléctrico de 120 voltios (como el de su hogar), amplios compartimientos de almacenamiento y más portavasos de los que podríamos contar. Como es típico en la moda de Toyota, todas las pantallas y controles son fáciles de operar y aún más fáciles de leer. El tablero de instrumentos y el conjunto de indicadores son altamente intuitivos, si no excesivamente, a expensas del estilo.
Quizás el mayor problema para el Toyota Highlander es su sistema de información y entretenimiento arcaico. La resolución y los gráficos de la pantalla están atrasados, aunque la opinión del usuario es muy receptiva. También se observó que los controles del volante no son intuitivos: los botones de la izquierda controlan realmente el sistema de infoentretenimiento, mientras que los comandos de la derecha controlan la pantalla del indicador de cierre. Esto es contrario a casi todos los otros fabricantes en el mercado y llevará algún tiempo acostumbrarse.
Al final del día, el Highlander ofrece un alto grado de confort, funcionalidad y uso diario. Los compradores que buscan vehículos más deportivos o más cargados de tecnología querrán buscar en otra parte, pero para aquellos interesados en los SUV sólidos, confiables y capaces, debería estar en su lista.