Prueba de manejo del Kia Optima Hybrid 2017

Kia Optima Hybrid
Pruebas | conduciendo | 28/08/2017 | Compartir

Un vehículo noble y tecnológico es el  Kia Optima Hybrid que hemos probado, resaltando su buen andar y la comodidad del interior.

El Kia Optima Hybrid es la variante del híbrido que ha evolucionado para bien. En tecnológicas como mecánicas. El sedán mediano compite con otros híbridos como el Honda Accord, el Toyota Camry o el Chevrolet Malibu.

Observándolo desde afuera se distingue por su carácter y personalizad, el Optima Hybrid se muestra fuerte. Nos quedamos con su frontal, donde conviven esas características con su parrilla alargada que se extiendo con los faros y una rejilla inferior, junto a las entradas de aire en función de la aerodinámica. Los laterales fluyen hacia una zaga más sofisticada.

Dentro del vehículo nos sentimos cómodos en los asientos delanteros, ya que resultan amplios para pasajeros más grandes. En las butacas traseras hay buen espacio para ubicar las piernas, pero por la caída del techo el lugar para la cabeza es reducido en ocupantes altos. Los materiales son acertados, por ejemplo, un plástico resistente, y el sistema de información es comprensible. Un punto en contra, la visión trasera es obstruida por los apoyacabezas, aunque se compensa con la cámara visualizadora del retroceso.

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Con respecto a la tecnología, los gráficos en la pantalla son de alta calidad y los botones ayudan a no perderse. No hay nada llamativo, sino que se ha buscado la simpleza para un buen funcionamiento. Se destacan las compatibilidades con Android Auto y Apple CarPlay.

Por otra parte, la conducción es agradable en gran parte gracias la transmisión automática de seis velocidades, que da una sensación de cambio más tradicional. Esta trabaja con un motor eléctrico y un 2.0 litros, que en total entregan 192 CV de potencia. La mayoría de los híbridos utilizan la caja automática CVT y generan una sensación de ahogo, en buena hora Kia no optó por ello.

La dirección es precisa y lo movimientos están controlados, junto a una cabina silenciosa. Otro elemento imprescindible del sistema híbrido de Kia es la batería, la cual se ajusta perfectamente debajo del asiento trasero.

En resumen, la prueba ha sido positiva. Hay puntos que se destacan como un tren motriz suave que se combina con la conducción amena y la cabina discreta. El pedal de freno ha resultado un tanto esponjoso. Son más las buenas, como la tecnología de serie o los opcionales como el techo corredizo. Evolucionar también se trata de mejorar y Kia lo ha hecho.