Toyota C-HR 2018, prueba de manejo

Pruebas | Conduciendo.com | 25/09/2017 | Compartir

Un crossover subcompacto que se identifica por su estética moderna, una mecánica eficiente y un equipamiento completo para un vehículo ideal para la ciudad y el tránsito diario.

El Toyota C-HR 2018 ha sido una de las últimas apuestas de la firma nipona. Un modelo relativamente nuevo que se posiciona por debajo del RAV4 y que tiene como principales contendientes al Honda HR-V, Mazda CX-3, Chevrolet Trax o el Kia Soul por mencionar algunos.

Claramente ha nosotros nos ha gustado el diseño exterior. Líneas modernas, fluidas pero sobre todo con trazos muy marcados en sus laterales. Su frontal imponente y la zaga con el alerón y un portón acotado le aportan un aspecto si se quiere futurista.

Una vez acomodados en el puesto de conducción, el Toyota C-HR está pensado para que el conductor tenga orientados todos los comandos principales al alcance de la mano con una disposición muy simple. El tablero está compuesto por dos visores de gran tamaño y en el medio el display con la información más importante.

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En cuanto a los elementos de confort el Toyota C-HR tiene uno de sus puntos destacados en este aspecto. Al comercializarse en las versiones XLE y XLE Premium nos podemos encontrar con faros automáticos, climatizador de dos zonas y el control de crucero adaptativo. Poca es la diferencia con el nivel más completo en el que se puede sumar el alerta de puntos ciegos o los asientos con calefacción.

Más allá de ello, el Toyota C-HR XLE incluye volante revestido en cuero, llantas de 18 pulgadas, luces de LED de circulación diurna, cámara de visión trasera y en seguridad advertencia de colisión frontal, frenada automática de emergencia y el mecanismo de cambio de carril.

Por otra parte, la conducción es simple y suave con un andar óptimo gracias al propulsor 2.0 litros de 144 caballos de potencia y 139 libras pie de torque que se portaron de manera acorde, en parte también gracias a la transmisión automática CVT que dirige la potencia a las ruedas delanteras. En el andar citadino se ha comportado de forma correcta. Claro está que no hay que pedirle mucha reacción porque allí es donde se encuentra algo limitado.

El C-HR de Toyota nos ha sorprendido gratamente en varios aspectos. Equipamiento, diseño y el tránsito son parte de sus puntos fuertes a la hora de tenerlo en cuenta. Quizás la falta de reacción en determinadas situaciones, en salidas o a la hora de sobrepasar otro vehículo es uno de los aspectos a mejorar.