John Cooper Works, el MINI que faltaba
La alternativa más deportiva del pequeño se actualiza y toma los aspectos generales de sus hermanos.
MINI ha dado a luz al flamante John Cooper Works. Se trata de la opción más picante la cual se pono a tono con el resto de la gama dada a conocer un año atrás.
Su mecánica parte de un motor de cuatro cilindros a gasolina que le permite erogar unos 231 caballos de potencia (10 por ciento más poderoso que su antecesor) junto a una caja de velocidades manual o automática (según la versión), ambas de 6 posiciones. Con este conjunto logra acelerar de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos (serie manual) ó (6,3 para la automática) y alcanza una velocidad máxima de 246 km/h.
En cuestiones estéticas el John Cooper Works no esconde sus líneas más agresivas. Ello se aprecia en los faldones delanteros, paragolpes y alerón traseros, escapes cromados al igual que las llantas deportivas de 17 pulgadas. Además añade la leyenda que identifica la serie en los zócalos de las puertas y la grilla frontal que acentúan su presencia con los grupos ópticos redondeados que incorporan los LEDs.
Dentro del habitáculo, se destacan sus butacas deportivas en color oscuro combinadas con las terminaciones en rojo también empleadas en el volante multifunción. A su vez, estos elementos y la palanca de cambios añaden la sigla JCW en alución al modelo.
La seguridad del John Cooper Works se centra en los controles de estabilidad, tracción y del bloqueo de diferencial. Opcionalmente se puede sumar el control dinámico de la suspensión. Más allá de estos mecanismos figuran airbags frontales, laterales y de cortina, anclajes ISOFIX junto a el sistema en el capó de protección activa de peatones y el de control de presión de neumáticos.
De esta manera, MINI le da la bienvenida al nuevo John Cooper Works.