Test: Audi A3 1.4 TFSI S-Tronic
Probamos la versión del compacto alemán que cuenta con el motor de 122 caballos de potencia y la excelente transmisión S-Tronic. Más económico, un poco menos de potencia y el mismo confort.
A pesar de la fuerte caída de ventas que sufrieron este tipo de modelos en el mercado nacional, debido al impuesto a los bienes de lujo, Audi sigue ofreciendo variantes para darle la posibilidad a sus fieles clientes de tener el vehículo que ellos quieren. Los 122 CV que tiene el A3 con motor 1.4 parecen pocos para un modelo de estás características pero comparando la diferencia de valor que hay con respecto a sus hermanos de 1.8 TFSI o 2.0 TDI, parece una opción atrayente para los compradores.
Teniendo en cuenta que ya hemos probado la variante con 180 CV, vamos a centrar la prueba en su motorización pero no queremos dejar de lado algunas condiciones del A3 y por eso lo más importante lo dejaremos para el final.
Por ejemplo, su estética que ha tomado un poco más de trazos deportivos con la parrilla delantera hexagonal de gran tamaño que lleva el logo en la parte superior, los faros delgados con luces diurnas de LED, la línea de cintura, los guardabarros posteriores ensanchados y los faros traseros LED.
Esta modelo utiliza la nueva plataforma MQB del Grupo Volkswagen que hace que el largo disminuya tres centímetros, sea un centímetro más ancho, que la distancia entre ejes haya crecido dos centímetros y que disminuya el peso (1350 kg) a causa de la utilización de materiales más livianos.
Pese a las modificaciones de distancias, aún no se ha ganado espacio en las plazas traseras que siguen siendo algo incomodas para ingresar, pero que no cambio con resepcto a cualquiera de sus competidores de tres puertas. El aumento se hace notar al abrir el baúl, puesto que esos centímetros demás provocan que el espacio de carga mínimo sea de 365 litros.
La posición de manejo (algo baja) y las plazas delanteras son realmente cómodas. Todo el habitáculo tiende a ser sobrio sin demasiados botones. Lo más importante es la pantalla de 5,8 pulgadas que muestra toda la navegación (infotainment móvil y sistema MMI) y la computadora de a bordo que brinda todo tipo de datos respecto al estado del vehículo. Para aplaudir es la disposición de este monitor que se despliega o se oculta en la consola con sólo presionar un boton.
Fiel al estilo de la marca de ofrecer «millones» de opcionales, en el interior encontramos algunos ítems que están disponibles en modelos que son entrada de gama de los más económicos del mercado. Un ejemplo de ello es que no cuenta con puerto USB pero si está la posibilidad de conectar un dispositivo por medio del Bluetooth, tarjeta SD o almacenar la música en el Jukebox del vehículo. Otros faltantes «raros» son el espejo interior con oscurecimiento automático y el control crucero. –ver ficha técnica–
A pesar de estas rarezas, el A3 es un modelo completo y con una calidad muy superior con respecto a los autos que se fabrican en (y para) el MERCOSUR. El tapizado de cuero, las inserciones, los plásticos suaves al tacto y las terminaciones en aluminio, dan la sensación de confort. El freno de mano electrónico y el techo corredizo electrónico también son detalles que denotan la categoría del modelo. El grado de insonorización es bueno, ya que jamás se pierde la atención del camino por ningún tipo de ruido molesto.
El equipo de seguridad también tiene un sinfín de opcionales, pero la unidad que probó Conduciendo.com ofrecía de los siete airbags, los faros antiniebla, el sistema de arranque en pendiente, el asistente sonoro para el estacionamiento, la dirección asistida adaptable a la velocidad y los ganchos ISOFIX para ajustar silla de niños. –ver ficha técnica–
La «vedette» de esta variante del A3 es la motorización de 1.395 cm3 que alcanza una potencia máxima de 122 caballos a las 5.000-6.000 revoluciones por minuto. Fue una mala pasada haber tenido la posibilidad de probar anteriormente el 1.8L TFSI de 180 CV porque todo nos parecía más lento a lo habitual del vehículo pero poco a poco fuimos encontrando las partes positivas (además de la diferencia económica).
La conjunción entre el impulsor y el funcionamiento del sistema Start-Stop (apaga el motor cada vez que el auto se detiene en los semáforos y el tráfico) nos dio una excelente cifra en cuanto al consumo de combustible. Los casi seis litros cada cien kilómetros que hizo en recorrido mixto (ciudad y ruta) están dentro de los mejores del segmento. Con el tanque de combustible de cincuenta y litros y teniendo un «gasto» moderado, el A4 puede recorrer casi 800 kilómetros sin tener que parar a repostar.
Siguiendo con los números, la velocidad máxima el A3 no llega a los 200 kilómetros por hora (¿para que más?) y la aceleración de 0 a 100 km/h está en los diez segundos. A pesar de los 122 CV, en el transito en ruta no hay ningún tipo de dificultad para sobrepasar.
Otra características que no nos cansamos de destacar es la caja S-Tronic de siete marchas y doble embrague. Cambios suaves, precios y rápidos. Además, cuenta con las levas al volante que da la opción de realizar los cambios manualmente, junto con el modo Sport.
En definitiva, esta variante del A3 ofrece una posibilidad para el comprador que quiere tener un modelo alemán de estás características pero que no llega al valor de las otras motorizaciones. Con el problema del impuestazo esta versión ha quedado un poco relegada en ventas porque ha puesto una brecha grande de valor con sus «competidores» MERCOSUR.
Realmente lo que creemos es que el que está dispuesto a compar un A3 no está pensando en la diferencia económica que hay entre versiones sino en comprarse el vehículo que él quiere. Ahí, es donde los 122 CV parecen pocos para semenjante vehículo.
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