Test: Audi A3 Sportback 1.8 TFSI AT
Aunque estéticamente no ha cambiado mucho con respecto a la generación anterior, el nuevo Audi A3 Sportback cuenta con más espacio en la plazas traseras y el característico confort de marcha del producto.
En momentos donde el «impuestazo» a la industria automotriz está en primera plana, Conduciendo.com tuvo la oportunidad de probar la nueva generación del Audi A3 Sportback que está contruída sobre la nueva plataforma MQB del grupo Volkswagen -la comparte con el Golf VII y el Seat León– y mantiene las excelentes características que llevaron a este producto a ser un éxito en el mercado argentino.
No es un dato menor en esta prueba nombrar la aprobación de la modificación a la ley «impuesto al lujo» en la Cámara de Diputados que modificará los impuestos internos de los automóviles considerados “bienes suntuarios” y la fijación de alícuotas diferenciales. De esta manera, se establecerá que un modelo que tenga un valor (sin impuestos) de entre $170.000 y $210.000 pagará una tasa de un 30% y si supera ese monto, abonará una tasa del 50%.
Los números y porcentajes indicados en el parrafo anterior son para explicar que el Audi A3 Sportback 1.8 TFSI AT, probado por Conduciendo.com, entrará en este «impuestazo» porque el precio de noviembre de este producto alcanza los 52.700 dólares y, lamentablemente, no sabemos que pasará con su valor si se aprueba la ley en la próxima instancia.
Lejos las cuentas, entramos de lleno en la prueba del producto alemán que fue ganando terreno con respecto a sus competidores hasta alzarse como el más vendido de los compactos premium del mercado nacional. A pesar de ser un vehículo totalmente nuevo, mantiene la línea de diseño de las generaciones anteriores. En la parte delantera cuenta con las característica parrilla «single frame» que, junto a los faros LED diurnos, visten de lujo al modelo. La línea de cintura, las llantas deportivas y los spoilers son los detalles deportivos del Audi A3 Sportback.
Una vez dentro del habitáculo nos encontramos con la nueva configuración del panel frontal, las salidas de aire y los comandos del climatizador automático bizona que le dan un estilo sobrio, sencillo y elegante a la vez. Todos los materiales son de buena calidad. Lo más destacado del interior es la incorporación de la pantalla de 5,8 pulgadas que cuenta con el MMI (Multimedia Interface) donde se puede controlar la configuración del vehículo, el audio, el confort y el navegador. La gran ventaja que tiene con respecto a sus competidores es que esta pantalla se puede ocultar en la consola central cuando el conductor lo disponga.
La posición de manejo es confortable y menos deportiva si se lo compara con un Mercedes-Benz Clase A. Las butacas delanteras, que tienen regulación manual en todos sus sentidos al igual que el volante, podrían ser eléctricas teniendo en cuenta el valor del vehíuclo. La plazas traseras son cómodas, la altura del techo no es un problema y hay espacio suficiente para que dos adultos viajen sin quejas.
El equipamiento de confort del Audi A3 Sportback es un conflicto como la mayoría de los productos de la marca. Muchas características vienen de manera opcional y es llamativo encontrarse con un modelo de este segmento que no cuente con el control crucero. A pesar de ese faltante, esta versión de serie dispone del sistema de asistencia de estacionamiento tanto paralelo al cordón como perpendicular, el start & stop para el ahorro de consumo de combustible y el encendido automático de luces y limpiaparabrisas. –ver ficha técnica–
En el equipo de seguridad sucede algo similar con respecto a los opcionales aunque de serie es completo. Entre los más destacados se puede nombrar los siete airbags, la dirección asistida adaptable a la velocidad, las luces adaptativas en curvas, el asistente sonoro para el estacionamiento, la cámara retrovisora y los ganchos ISOFIX para ajustar silla de niños. En el baúl, con buena capacidad con respecto a sus competidores, se ubica el auxilio temporal.
El confort dinámico es una de sus mayores características. El 1.8 TFSI de 180 caballos de potencia es un impulsor suave y progresivo. En cualquier momento que se necesite acelerar el motor responde de la mejor manera. Otro punto destacable de su dinamismo es que tiene suspensión trasera independiente, lo que favorece el transito veloz en curva.
En conjunto trabaja una transimión -STronic- automática secuencial de doble embrague y siete marchas que cuenta con levas al volante. Gran parte del confort lo da esta caja por que los pasos de marcha son casi imperceptibles y a unos 130 kilómetros por hora, el motor no supera las 3000 revoluciones por minuto. En cuanto a consumo, con esta combinación está en ocho litros cada cien en ruta y poco menos de diez litros en ciudad en la misma cantidad de kilómetros.
Con el paso del tiempo las marcas generalistas han avanzado y se han acercado mucho a los modelos premium. Uno de estos casos se puede ver en la versión tope de gama del Ford Focus que en cuestiones de seguridad y confort ya está casi a la altura de un Audi A3 Sportback, un Mercedes-Benz Clase A o un BMW Serie 1.
Estando en vilo lo del «impuestazo» en la industria automotriz, los modelos alemanas siguen siendo un éxito en el mercado nacional. Ahora habrá que ver como repercutira esta nueva ley en los precios de los vehículos, pero el Audi A3 Sportback 1.8 TFSI AT cuenta con características de excelencia que ningún impuesto podrá sacarle.