Restyling para la Toyota Prado

La constante aparición de ejemplares de tipo SUV, cada vez más modernos, con mayor tecnología y con siluetas más atractivas, llevó a Toyota a actualizar a uno de sus ejemplares más deseados por los colombianos, la Prado; la cual se puede conseguir en su carrocería de tres puertas -comercializada como Sumo- como en la variante de cinco.

Esta reconocida 4×4 hizo su primera aparición global en 1984, para luego desembarcar en Colombia en 1998. En la actualidad está presente en más de 150 países y se han vendido anualmente más de 166.000 unidades en el mundo. Ahora, a cuatro años de la aparición de la cuarta generación del modelo en el país, se suma al portafolios de los todoterreno la edición 2014 con importantes modificaciones estéticas, tanto en su exterior como dentro de la cabina y en la mecánica.

A simple vista ya se vislumbran los cambios más significativos de la carrocería, donde figuran una parrilla renovada a través de un fuerte perfil vertical, con el logo de Toyota más grande en el centro; luces delanteras de nuevo diseño, más estilizadas y ubicadas en una posición más alta; pasos de rueda abombados y más robustos; y faros con tecnología LED tanto adelante como en la zona posterior. De la misma manera, también se aprecian espejos laterales con direccionales de tipo LED y rines de 17 o 18 pulgadas, según sea la versión.

Si bien estas modificaciones mantienen la esencia de la Prado, lo cierto es que aumentó la longitud del modelo de cinco y tres puertas a 4.780 mm y 4.485 mm, respectivamente, aunque sin cambiar el ángulo de 32 grados de la 4×4 en carretera y radio de giro mínimo.

Dentro del habitáculo los cambios se remiten a la utilización eficaz del espacio, por lo que los asientos son más espaciosos para pasajeros más altos gracias a que se tiene mayor movilidad de la primera, segunda y tercera fila. Esto se debe a que en la tercera fila se ha utilizado una función de almacenamiento bajo el suelo y a que los asientos posteriores se han rebajado en 50 mm, dando una mayor distancia entre la superficie del cojín del asiento y el suelo ayudando en gran medida a dar mayor comodidad y a tener una posición más ergonómica.

En cuanto a confort y seguridad, las novedades son los sistemas Smart Entry, que permite abrir las puertas cuando el conductor se acerca a menos de un metro del vehículo; el Smart Start, dispositivo que detecta la presencia de la llave electrónica y permite encender el motor con el botón de arranque Start/Stop; la pantalla de visualización de ángulo de dirección (Steering Angle Display); el monitor multiterreno de cuatro cámaras para la versión VX; los controles de ascenso y descenso, los frenos ABS con distribución electrónica de frenado y asistencia de emergencia; y los siete airbags para las versiones más equipadas.

Mecánicamente la opción Sumo monta el motor a gasolina de 2.7 litros que se asocia a una caja de cambios automática de 4 velocidades. Por su parte, en las variantes de cinco puertas se puede optar por una opción de gasolina de 4.L V6; o una turbodiésel de 3,0 litros, ambas con transmisión automática de cinco marchas. A favor del consumo de combustible se instaló el indicador de conducción ECO, tecnología avanzada que proviene del Prius, que informa al conductor si está conduciendo de forma amigable con el medio ambiente al encender una luz de color verde en el tablero de instrumentos.

Todas las versiones viene equipada Full Time (tracción total en las cuatro llantas) y con control de estabilidad. El Control de Tracción (TRC) se hace presente en los modelos de tres puertas y el Control de Tracción Activo (A-TRC) en los de cinco.

Con todos estos cambios y actualizaciones, la Toyota Prado intentará mantenerse vigente en el gusto de los usuarios y así reafirmar su posición. Con los precios aún sin confirmar, sí podemos afirmar que pronto comenzarán a ofrecerse estos ejemplares en sus respectivas versiones (TX y TX-L para Sumo y TX, TX-L y VX para la de cinco puertas).