Primer contacto: Volkswagen Golf VII 2.0 TDI DSG
Con una motorización diesel de 150 caballos de potencia, se destaca por el excelente confort de marchas y las históricas caracteristicas del Golf: buena estabilidad y respuesta.
Cerdeña, Italia – Enviado Especial. Fueron unos pocos kilómetros -alrededor de 200- en unas pocas horas, pero nos dimos el gusto de conocer, manejar y tomar contacto con un vehículo pensado y desarrollado para los clientes europeos. Con características necesarias e indispensables para un mercado con miles de posibilidades y variantes, la séptima generación del Volkswagen Golf mantiene su esencia.
El diseño mantiene las cualidades históricas del Golf. Las típicas columnas C y el trazo del techo se han unido con los nuevos diseños de Volkswagen. Manteniendo los rasgos de un compacto, se han agregado algunos detalles que remiten a los sedanes, como la marcada línea de cintura que continúa en el portón trasero y la terminación de las ópticas traseras similares a las que se ven en el Passat.
La geografía de montañas donde se realizó la prueba dinámica -Cerdeña, Italia-, ha sido una excelente elección de la marca para que el modelo muestre la gran capacidad de respuesta y estabilidad a alta y baja velocidad. También comprobamos con algunas paradas rápidas que su capacidad de frenado es excelente.
No es un detalle que hemos podido corroborar de una manera exacta y clara, pero está claro que el Golf VII ha sido producido para ser un vehículo eficiente. Uno de los ejemplos se da en su peso, ya que de los 1273 kilogramos de antecesor pasó a 1184 Kg., haciendo más ligero el sistema eléctrico, los grupos constructivos, el chasis y la construcción. Junto al Start/Stop de serie, la marca informa que el consumo mixto del 2.0 TDI de 150 CV está en los 4.4 litros cada 100 kilómetros.
La excelencia del confort de marcha esta sostenida por el perfeccionamiento de la acústica. El propulsor diésel casi no se escucha al andar. A través de la concepción del chasis auxiliar delantero y otras modificaciones puntuales, ha sido posible minimizar los ruidos que pudiesen entrar al habitáculo.
El Golf ha crecido en sus medidas y eso se refleja en su habitabilidad interior. Las ruedas delanteras han sido desplazada unos 43 mm hacia adelante, su longitud ha aumentado en 56 mm y su distancia entre ejes en 59 mm. La combinación ha dado que la batalla ascienda a los 2637 mm para brindar mayor espacio en las plazas delanteras y, mayormente, en las traseras.
La versión probada en Europa disponía de una pantalla táctil de ocho pulgadas con sensor de proximidad. Es decir que cuando uno acerca el dedo, los comandos del sistema multimedia se ven reflejados para comenzar el uso. Gracias al volante multifunción, todos los mandos están al alcance del conductor con un mínimo movimiento.
Ágil es el adjetivo que más representa a la motorización 2.0 TDI de 150 caballos. Tanto en aceleración como en recuperos el vehículo responde de gran manera. El propulsor equipa dos árboles de diferencial que ayudan a la suavidad de marcha. Los datos entregados por la marca indican que su par máximo es de 320 Nm a las 1750 revoluciones por minuto, el 0 a 100 lo desarrolla en 8,6 segundos y las velocidad máxima alcanza los 216 kilómetros por hora. La unidad testeada por Conduciendo.com llevaba acoplada la reconocida transmisión automática DSG con doble embrague y seis velocidades.
Aunque su llegada al mercado latino será de otras latitudes, y hasta su arribo no sabremos cual será su equipamiento, en Europa la versión Highline tiene algunos detalles que son exclusivos de la gamas más altas. Opcionalmente, se puede contar con el Sistema de Regulación Automática de la Distancia que lleva integrado un sensor de radar en el frontal (atributos disponibles en la unidad probada). Dependiendo de la situación, los modelos que equipan la caja DSG pueden frenar el vehículo hasta detenerlo y volverlo a poner en marcha automáticamente gracias al «stop and go».
Si bien hemos tenido un contacto fugaz con el Golf VII que se venderá en el viejo continente, podemos decir que con el paso de los años este icónico modelo continua manteniendo la esencia que lo llevo al éxito, pero dando un salto de calidad en cada nueva generación.
México o Brasil son las opciones que hay para que comience la producción que abastecerá a toda la región a partir de 2013 en adelante. Con un 90% de lo que ofrece el producto europeo, estaremos satisfechos.