El óvalo de Ford, un símbolo con identidad propia
Junto con los logos de varias multinacionales de otros rubros, el emblema de la automotriz norteamericana es uno de los más reconocidos en el mundo entero desde hace décadas.
Un logotipo es un elemento gráfico que identifica a una persona, empresa, institución o producto. Según los especialistas, para que una insignia sea exitosa y logre su cometido, debe ser legible (desde el mayor tamaño hasta el más pequeño), escalable (a cualquier medida requerida), reproducible (sin restricciones materiales), distinguible (tanto en positivo como en negativo) y, fundamentalmente, memorable (que impacte y no se olvide).
Todas estas características son las que cumple el logo de Ford, el emblema que representa desde hace ya mas de cien años a una de las ensambladoras más importantes del mundo.
Si bien en un principio no se le dedicó mucho tiempo a su creación, Childe Harold Wills, el primer jefe de ingeniería y diseño de la marca, fue quien creó y comenzó a utilizar en sus tarjetas de presentación un emblema para identificarse en los negocios.
Al igual que la estética de los vehículos, el logotipo también ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, de hecho, los primeros ejemplares no contaban con el óvalo y eran bastante diferentes al que se conoce hoy en día. Recien en 1907 los agentes británicos Perry, Thornton y Schreiber, los pioneros de la futura Ford Motor Company Limited de Gran Bretaña, utilizaron el primero de todos los óvalos.
La combinación del óvalo con el apellido de Henry Ford se produjo en 1911 y se utilizó hasta finales de los años 20 del siglo pasado. Durante un periodo corto de tiempo se dejó de lado el óvalo y se utilizó un diseño de triángulo con alas, el cual buscaba simbolizar velocidad, ligereza, gracia y estabilidad, con tonalidades naranja y azul oscuro, pero a Ford no le gustó y fue retirado rápidamente.
En 1928 fue cuando se agregó el fondo azul, conocido por los diseñadores como Pantone 294C y similar al color utilizado en la bandera de Finlandia. A partir de 1976, las letras pasaron a ser en plata. Para el centenario, en 2003, se realizó una actualización que mantiene la elipse de forma horizontal, pero esta vez lleva el nombre del fabricante norteamericano inscrito en color blanco sobre un fondo más brillante y con distintos tonos de azul.
A pesar de tanta historia y de fructíferos años a nivel económico, en 2006 Ford no pudo escaparle a la crisis mundial y debió recurrir a un préstamo monetario para que la compañía no quiebre. A raiz de esto, y con el objetivo de conseguir 23,5 mil millones de dólares para encauzar sus arcas, fueron entregados en forma de garantía la sede, parte de sus activos, la marca Mustang, la F-150, las fábricas y hasta el mismísimo e histórico logotipo.
Recientemente, tras el primer pago de dividendos, la calificadora de riesgos Moody’s modificó la valoración de Ford Motor Company y la empresa logró la liberación de los bienes prendados para su financiamiento, por lo que el Óvalo Azul regresó a su casa.