Mini-lecciones de seguridad vial III
Teléfono celular al volante: El sistema manos libres no es una solución definitiva.
En esta sección especial de Conduciendo.com hemos abordado dos temáticas de interés en el frondoso campo de la seguridad vial: Por un lado, la importancia de no llevar elementos sueltos en el habitáculo; en segundo término, cómo calcular correctamente la distancia respecto al automóvil más cercano en el camino. En esta ocasión abordamos un ítem también de valía: Evitar el uso del teléfono móvil mientras se conduce, aspecto que se traduce en conductores más atentos y menos expuestos a eventuales accidentes.
Siguiendo datos de campo arrojados por el Centro de Experimentación y Seguridad Vial de la Argentina, la expansión de la telefonía celular es un factor que determina per se un incremento en los accidentes de tránsito. Según el organismo esta lógica muestra una doble faceta. Por un lado anotan que “la desconcentración se produce debido a que el conductor debe prestar atención a lo que le dicen y elaborar respuestas” y añaden que “a ello se suman las dificultades que pueden surgir durante la maniobra, debido a la utilización de una sola mano al volante”.
Respecto a este último punto, ¿el manos libres se presenta como una solución? Tal como indica CESVI, se comprende que este sistema permite al conductor tomar el mando con ambas manos, aunque la desconcentración se produce de igual modo. Por lo tanto, la utilización del manos libres, colabora, aunque no es suficiente para contar con el ciento por ciento de la atención requerida. En este punto resulta interesante el análisis que establece un paralelismo entre esta funcionalidad y una conversación sostenida con un acompañante en el automóvil. Abordaremos esta temática en una próxima nota.
Retomando el tema que nos convoca, según una campaña de seguridad al volante llevada adelante por Ford Argentina, sentarse en la butaca del conductor requiere la puesta en juego de todos los sentidos. En este sentido afirman que el uso del celular desvía la atención del camino y que, en evidencia, es capaz de provocar descoordinaciones.
En hechos: Si se habla durante un minuto por teléfono circulando a 130 km/h, el conductor habrá recorrido más de 2 kilómetros sin prestar la debida atención al manejo.
Consejos breves:
– Detenerse en un lugar seguro y entonces realizar la llamada.
– Evitar de plano el envío de mensajes de texto cuando se conduce.
– Si se recibe una llamada, a través del manos libres solicitar una posterior, calculando el momento en que ya no estarás al volante.
– Derivar la llamada a un acompañante.
¿Qué dice la ley argentina? y ¿qué ocurre en otros países?
Primeramente, el artículo 48 inciso “X” establece que la prohibición de “conducir utilizando auriculares y sistemas de operación manual continua”. Luego, el Régimen de Sanciones, indica como Fata Grave “la conducción de vehículos utilizando auriculares y/o sistemas de comunicación manual continua y/o pantallas o monitores de video o similares en el habitáculo del conductor”.
En Estados Unidos la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), entidad no gubernamental, propuso establecer la prohibición total para el uso de equipos móviles e incluso de manos libres. En diciembre de 2011, Deborah Hersman, presidenta de la NTSB declaró que “ningún correo electrónico, mensaje de texto o llamada vale una vida humana”. En la actualidad diez estados de aquel país prohíben la utilización de estos equipos al volante, treinta de ellos no permiten el uso de teléfonos a los conductores novatos y treinta y cinco de ellos poseen normativas en contra del mensaje de texto mientras se maneja. En ninguno de ellos se prohibe el uso de manos libres.