Jaguar XF Premium
Mezclando épocas marca tendencia con estética deportiva y suntuosa; gran equipamiento y algo de vanguardia destacan a un modelo que atrae nuevo público.
Su esbeltez aparece con líneas suaves que terminarán en un remate realmente moderno y distintivo. Lo más destacado es, tal vez, que se destaca como un Jaguar de la nueva era con precisión, no se confunde fácilmente. Esto demuestra para la marca cierta solvencia en diseño pero, para quien lo posea, distinción.
La calidad sigue siendo elogiable desde todo punto de vista. Los cueros, las maderas o los metales no son imitación y están cuidados al detalle. Difícil de lograr pero la marca supo mantener ese estilo tradicionalista con la modernidad y la deportividad que se necesita hoy en día para competir en el mercado.
Su interior es algo extraño pero completo y novedoso en algunos casos. Las aberturas de salida de aire se encuentran ocultas y solo se muestran con el encendido de la climatización apareciendo tras su apertura eléctrica que recuerdan algunos modelos tecnológicos de fines de los 80´o principios de la década siguiente. El resto aparece en una gran consola central.
Es interesante y novedoso cómo se ha dispuesto el accionar de la transmisión. No más palanca ni accionamiento tradicional. Se trata de una ruedita al estilo i Drive de BMW, con cuatro posiciones donde uno selecciona la posición de manejo que desee: “D” para conducción normal o “S” para más deportiva. Si uno quisiera utilizar secuencialmente y pasar las seis marchas disponibles podrá hacerlo desde las paletas que se encuentran detrás del volante.
Es decir, nunca tendremos que sacar las dos manos del volante para conducir. Ello hará que nuestro asiento pueda estar más enfocado en la conducción y acomodarse en una muy buena posición de manejo que será cómoda, aunque la visión trasera no sea la mejor (nos podremos ayudar con la cámara para el retroceso cuando estacionemos en reversa).
Esta versión Premium posee algunos distintivos respecto a la entrada de la gama. Sus llantas 19 pulgadas, materiales más exclusivos y algún equipamiento extra. Pero la diferencia más grande se encuentra en su motor, pasa del ya más que interesante 4,2 L V8 de 300 caballos a un mismo bloque de 5,0 litros y 385hp.
El XF Premium con este último motor nos llevará a una dimensión especial. Porque sentir toda la potencia sentados cómodamente en un ambiente relajado como lo es su interior nos mezcla el placer de conducir a altas velocidades sin sentirlo, pero nunca deja de lado la experiencia deportiva que es capaz de proveernos si pisamos el acelerador que nos puede llevar a los 100km/h (o 60 millas) desde la partida detenida en 5,5 segundos, nada mal para sus dimensiones y peso.
Es altamente recomendable para aquellos que buscan salir de las marcas alemanas tradicionales sin resignar absolutamente nada. Particularmente el XF se encuentra orientado a personas de mediana edad que disfrutan del paseo, el relax y, por qué no, también la adrenalina en algunos momentos.