Nissan Murano
Luego de algunos años en el mercado, Nissan decidió renovar un modelo exitoso en estética y ventas.
Gracias a la aceptación que ha tenido el modelo y a lo vanguardista que resultó su primera edición se decidió darle continuidad al Murano con la nueva línea 2009, que ya hemos conducido.
Las formas cambian poco. Se modernizó el frente y la parte trasera, se le dio el mismo estilo que al más pequeño y novedoso Nissan Rogue. El Murano, si bien lo ha abandonado en cierta medida, sigue manteniendo un corte tipo S.U.V. light y acrecienta su influencia de vehículo familiar, determinando su mejora en el confort interior y el equipamiento general del vehículo. Justamente, una de las premisas de la marca fue transformarlo en un modelo más crossover que su antecesor haciéndolo más versátil y utilizable para un abanico mayor de compradores. Creemos que lo han logrado.
Los cambios no influyen radicalmente en el vehículo. En general se ha beneficiado de algunas mejoras que provienen de la filial de lujo de la marca, la Infiniti.
Si bien no posee la posibilidad de incorporar siete plazas, las cinco que detenta son verdaderamente confortables y a pesar que el espacio para las plazas posteriores no es sumamente abundante alcanza para viajar con confort. Ayuda el hecho de que los respaldos traseros pueden reclinarse levemente para un viaje más agradable.
La consola central de instrumentos se ha rediseñado. Todas las versiones ya poseen pantalla LCD de muy buen tamaño, aún en los modelos que no traen sistema de navegación (como la LS, versión probada). En ese panel se visualiza sin mucho esmero para el conductor funciones de confort del vehículo. El sistema para manejar la instrumentación es simple y al alcance de la mano.
Se ha rediseñado también el tablero y el volante. El primero redimensionó los relojes y tiene una estética e iluminación completamente nueva y mejorada. El volante, por su lado, es nuevo y de buen diseño y grip, cómodo para comandar desde allí la radio y el control de velocidad crucero.
La comodidad del asiento del conductor está dada por sus butacas de mullido medio y por los múltiples reglajes que se logran con el control electrónico del asiento, no así del acompañante que es manual.
La visibilidad de los espejos y hacia delante en general es buena.
Por su lado, el motor V6 de 3.5 litros y 24 válvulas (el mismo que equipa toda la línea Murano) empuja bien este vehículo, siendo suficiente sus 265 hp. Se desataca sobre todo por la suavidad de su marcha, ideal para los viajes o bien para el uso cotidiano debido a que posee buena dirección y se conduce tan simplemente como a un sedan.
La transmisión en la versión probada es solo automática del tipo CVT que hacen que los pasos de cambio sean casi imperceptibles beneficiando el confort, solo las versiones más costosas cuentas con la caja del tipo secuencial aunque la creemos innecesaria para este automóvil. Opcionalmente puede contar con tracción integral del tipo inteligente.
Con estas cualidades no logra prestaciones deportivas pero sí un confortable viaje, sobre todo para las plazas delanteras, mientras que las posteriores corren la suerte de las suspensiones blandas y amortiguadores de amplios recorridos por lo que hacen saltar demasiado a quienes viajen allí, pudiéndoles generar cierta incomodidad.
Por último cabe mencionar que los consumos no son acotados aunque tampoco demasiado excesivos. Podrían mejorarse pero para su motor es correcto.
En definitiva, la zaga ha mejorado y hoy en día el Murano 2009 es cada vez más crossover y menos SUV.