Citroen C-Cactus Concept
El C-Cactus desarrolla una nueva visión del automóvil con una apuesta ambiciosa: una berlina ecológica con un estilo atractivo y lúdico.
El prototipo es un vehículo ecológico que está fabricado con una importante proporción de materiales reciclados o reciclables y, al igual que la planta a la que debe su nombre, de poco consumo.
Realizado sobre la plataforma del C4, el C-Cactus no es más caro de producir que una berlina familiar de gama media. Su bajo coste de fabricación se explica por el uso de materiales nuevos y por una racionalización en su concepción, que ha permito reducir el número de piezas utilizadas para formar el habitáculo.
Su interior, pensado para el confort y el bienestar de sus ocupantes, es de tamaño familiar, con 4,2 metros de largo por 1,8 metros de ancho. Dispone de equipamientos como climatización automática, sistema de audio de gama alta, techo acristalado panorámico y regulador voluntario de velocidad.
Se ha suprimido la instrumentación del salpicadero, trasladándose sus funciones a la consola central o a los mandos fijos del volante. La consola central integra los altavoces activos, la palanca de cambios y una pantalla táctil, que permite acceder al ordenador de a bordo, al sistema de navegación y al regulador del climatizador.
Los mandos de los intermitentes, las luces, los limpiaparabrisas, el indicador y el limitador/regulador voluntario de velocidad están en los mandos fijos del volante, al igual que el velocímetro y las señales de encendido de los intermitentes, las luces y las alertas luminosas.
La simplicidad es también un rasgo del bloque delantero, que está constituido solamente por dos elementos: un capó fijo que engloba los laterales delanteros y una trampilla que permite acceder a las funciones de mantenimiento del vehículo.
Siguiendo la misma filosofía, el uso del climatizador hace que la apertura de las ventanas sea prácticamente innecesaria. Por ello, sólo está prevista una simple apertura corredera. Se suprime por lo tanto el conjunto de los mecanismos de apertura y su coste. Los asientos, por su parte, se componen de dos elementos: una espuma moldeada con piel coloreada muy confortable y una estructura monobloque, que mantiene la espuma y permite fijar el asiento sobre los raíles del suelo.
El objetivo del C-Cactus es llegar aun más lejos: fabricar un vehículo realmente ecológico, gracias a su tecnología híbrida HDi, que pueda venderse al mismo precio que el de una berlina familiar básica.
Gracias a su propulsor híbrido diésel, que une un motor térmico diésel HDi de 70 caballos de potencia, dotado de un filtro de partículas, a un motor eléctrico, que aporta 30 CV, el C-Cactus se destaca por un consumo de 2,9 l/100 km y unas emisiones de 78 g/km de CO2 en ciclo mixto. Para el uso urbano, el modo ZEV (Zero Emission Vehicule) permite acceder a un modo completamente eléctrico, que funciona en absoluto silencio.
La velocidad del C-Cactus está limitada voluntariamente a 150 Km/h. Esta elección no contribuye solamente al gran equilibrio medioambiental del vehículo, sino también muestra la voluntad de Citroën de fabricar un vehículo urbano que constituya una nueva forma de entender el automóvil.