Más variantes para este modelo de Tesla
Con un precio inédito por debajo de los 40.000 dólares, el remozado Tesla Model Y Standard marca una estrategia de realineamiento comercial frente a un mercado EV más competitivo.
Tesla acaba de lanzar una versión que promete alterar la percepción del acceso a su catálogo: el Model Y Standard. Esta nueva configuración del SUV más popular de la firma estadounidense llega con un precio de 39.900 dólares en ese país.
A diferencia de lanzamientos anteriores que apuntaban a ampliar el rendimiento o introducir tecnologías inéditas, esta flamante variante se plantea como un producto de ajuste.
Menor costo, equipamiento reducido y una autonomía competitiva parecen ser sus premisas.
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Una versión simplificada, pero no simplista
Desde lo técnico, el Model Y Standard conserva la base estructural y de software, pero prescinde de algunos elementos funcionales y estéticos para reducir costos.
Entre las omisiones más destacadas figuran el techo de vidrio panorámico, la pantalla trasera y los asientos de cuero. En su lugar aparece la tapicería de tela y un techo metálico convencional.
En el plano dinámico, mantiene una autonomía estimada de 516 km bajo el ciclo EPA, apenas un 10 % por debajo de la versión Long Range.
Este dato es especialmente relevante, ya que reafirma que Tesla no ha comprometido la eficiencia energética ni la capacidad de carga (aunque reduce ligeramente la potencia máxima de recarga a 225 kW) a cambio de reducir el precio final.
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En cuanto a desempeño, el Model Y básico acelera de 0 a 96 km/h en 6,8 segundos, un dato que lo posiciona dentro de la media para SUVs eléctricos de tracción trasera.
Menos asistencias, mismo hardware
Una de las decisiones más visibles en esta versión es la ausencia del Autopilot completo como equipamiento de serie.
A diferencia de las versiones Long Range y Performance, el Model Y Standard incluye únicamente funciones básicas de asistencia como el control de crucero adaptativo, la frenada autónoma de emergencia y el detector de punto ciego.
No obstante, Tesla ha optado por mantener el hardware Full Self-Driving (FSD) incluso en esta configuración de entrada. Esto implica que es técnicamente capaz de incorporar todas las funciones de conducción autónoma por software, previo pago adicional de 8.000 dólares.