Rolls‑Royce Cullinan Cosmos: esplendor celestial redefine el lujo sobre ruedas
Rolls‑Royce ha elevado sus estándares con el Rolls‑Royce Cullinan Cosmos, una obra singular de la división Bespoke concebida para un cliente en Dubái.
Como ya nos tiene acostumbrados, Rolls-Royce nos muestra su último trabajo a bordo de su SUV que recibe el nombre de Cullinan Cosmos.
Origen y propósito del proyecto Cosmos
El encargo partió de un comprador que solicitó un Cullinan de características únicas, destinado a reflejar un cielo estrellado nocturno con presencia de nubes y neblina.
Esa petición generó un proceso de personalización que desbordó los métodos usuales de la casa.
Rolls‑Royce aceptó el reto: capturar visualmente la inmensidad celeste en un habitáculo rodante, pero al mismo tiempo respetar su esencia técnica como SUV de lujo.
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La dirección Bespoke asumió la misión con libertad creativa ilimitada, lo que permitió reinterpretar montajes tradicionales como el techo estrellado (Starlight Headliner) y remplazarlos por una puesta en escena casi escénica.
Diseño interior: de lo clásico al cosmos íntimo
El habitáculo del Cullinan Cosmos contrasta con lo convencional. Materiales de altísima calidad revestidos en cuero blanco puro dominan el espacio.
Los asientos integran múltiples ajustes eléctricos, ventilación, calefacción y función de masaje, todo orquestado para ofrecer confort absoluto.
En tanto, la costura en azul intenso aporta continuidad visual con los detalles exteriores. Bordados artesanales en azul y amarillo adornan los reposacabezas y paneles laterales, incorporando trazos libres que remiten a constelaciones o mapas astronómicos.
Esa ornamentación se inserta con tanta precisión que cada punto bordado responde a un diseño que debía armonizar con el efecto lumínico del techo.
El techo estrellado: más que un simple espectáculo visual
El elemento más distintivo del Rolls‑Royce Cullinan Cosmos reside en su techo. Lejos de limitarse a una interpretación convencional del ya emblemático techo estrellado de la marca, esta edición incorpora una compleja red de píxeles de fibra óptica y luces LED, diseñadas para reproducir estrellas con diferentes niveles de intensidad.
A ello se suma una pintura especialmente desarrollada que simula con fidelidad las variaciones de luz características de una noche nubosa, e integra matices de neblina que profundizan aún más la experiencia visual.
Por si fuera poco, el proceso de creación exigió más de 160 horas de trabajo artesanal, en las que cada punto de luz y cada transición cromática fueron ejecutados con un nivel de precisión quirúrgico.
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Exterior: sobriedad de alto perfil
El Cullinan Cosmos despliega una carrocería en tono blanco perlado que brinda limpieza visual sin caer en lo ostentoso. En contraste, una línea lateral azul recorre su cuerpo.
Elementos característicos de Rolls‑Royce, como la parrilla Pantheon o el emblema Spirit of Ecstasy, permanecen intactos, pero parecen insertos dentro de una composición cromática mayor.
Asimismo, un lugar de destacar por sí solos, acompañan el conjunto. No hay estridencia mecánica exterior; el lujo se manifiesta en la sutileza, en la coherencia estética que se prolonga desde la pintura hasta los detalles bordados.
Mecánica y prestaciones: lo que no cambia — y lo que se intuye
Aunque el énfasis del Rolls‑Royce Cullinan Cosmos recae en lo estético, su base mecánica se espera equivalente a la del Cullinan estándar. Esa configuración incluye un motor V12 biturbo de 6.75 litros, con una potencia que ronda los 570 caballos, tracción total y suspensión neumática adaptativa.
No se han anunciado alteraciones al tren motriz, lo que sugiere que el comprador priorizó la estética y la exclusividad sobre modificaciones deportivas.