Descubre a este deportivo de la vieja escuela

NoticiasNovedades | Matias Muro | 13/08/2025 | Compartir

Un nuevo actor británico desafía la hegemonía tecnológica con una obra mecánica que prescinde de toda digitalización. El GP1 de Garagisti & Co. emerge como una pieza de ingeniería extrema, limitada a 25 unidades.

Garagisti & Co., una firma de reciente aparición pero con raíces profundamente entroncadas en el automovilismo de élite, ha desarrollado el Garagisti GP1.

Se trata de un hiperdeportivo concebido no para liderar tendencias tecnológicas, sino para recuperar un vínculo esencial entre el ser humano y la máquina.

Asimismo, la concepción del Garagisti GP1 parte de una premisa poco habitual: la renuncia absoluta a cualquier tipo de tecnología de asistencia o conducción automatizada.

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Ha sido diseñado sin pantallas, sin modos de conducción configurables, sin ABS ajustable, sin intervención electrónica en la entrega de potencia. Ni siquiera cuenta con control de tracción.

En su lugar, se apuesta por una receta tradicional. Un motor atmosférico de 12 cilindros, cambio manual, peso contenido y un chasis monocasco de fibra de carbono.

La mecánica, desarrollada en colaboración con Italtecnica, es un bloque V12 de 6.6 litros con más de 800 caballos de fuerza. La transmisión recae en una caja manual de seis relaciones fabricada por Xtrac.

Por otro lado, el GP1 reinterpreta arquetipos de décadas como los 70, 80 y 90 desde una mirada contemporánea.

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Además, cuenta con los difusores de gran volumen hasta el tratamiento del suelo plano. Se han aplicado soluciones derivadas de la F1 moderna para asegurar carga aerodinámica.

A diferencia de los deportivos actuales, que basan su comportamiento en elementos móviles activos y software predictivo, el GP1 se comporta de forma puramente física.

Por dentro, se prescinde de pantallas para darle lugar a los mandos físicos y analógicos. Todo ello tiene sentido para la marca ya que su premisa es la interacción más directa con el conductor.

La producción del Garagisti GP1 estará limitada a 25 unidades a nivel global, todas ellas ensambladas a mano en el Reino Unido.

Cada ejemplar será completamente personalizado, en un proceso que se aleja de la producción en serie y se asemeja más a la construcción de una obra de arte mecánica.