El lujo nipón se combina con el off-road
Con el nuevo Lexus GX, la casa distintiva de Toyota no resigna su nivel premium pero si le aporta un look más apropiado para las aventuras fueras del asfalto.
Después de revelar al LBX, Lexus hace lo propio con el aggiornado GX, un SUV de gran tamaño, que para esta edición, se ha convertido en un exponente más acorde para las travesías por los terrenos difíciles.
Con aires más robustos otorgados por sus trazos más cuadrados ha crecido en dimensiones respecto a su antecesor. Faros más estilizados, parrilla de buen tamaño y un gran despeje forman parte de sus detalles más interesantes.
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Además se dispone de un esquema bitono con detalles en negro para los espejos, techo y pasos de rueda. También sorprende el detalle de la puerta trasera con un quiebre y elevación hacia la zona trasera.
Por último, la zaga es algo más clásica pero no menos imponente gracias al portón de grandes dimensiones.
En la cabina, el Lexus GX dispone de un ambiente armonioso con materiales y terminaciones de gran calidad. Agrega la pantalla central de 14 pulgadas y a un tablero de instrumentos digital.
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Por último nos ocupamos del mecanismo motriz. Emplea un bloque V6 de 3.5 litros turboalimentado que dispone de unos 354 caballos de fuerza. Se complementa con la flamante transmisión automática de 10 posiciones, en reemplazo de la de seis marchas.
Más allá de esta propuesta, los técnicos de Lexus han revisado la puesta punto off-road para optimizar el comportamiento para esos momentos. Se ha trabajado sobre las suspensiones y la dirección eléctrica adaptativa.
El GX ha ganado en presencia con estos cambios para disfrutar de cualquier superficie con el más alto nivel de confort y lujo.
