Renault Fluence Z.E. Concept

El Renault Fluence Z.E. Concept, vehículo 100% eléctrico, ofrece una autonomía de 160 kilómetros y dispone de tres posibilidades de recarga de la batería: estándar entre 4 a 8 horas, rápida en 20 minutos e instantánea en 3 minutos, gracias al sistema exclusivo «Quickdrop» de intercambio de baterías.

Según la marca, este prototipo está pensado para el padre de familia con un solo automóvil que utiliza a diario para ir al trabajo, y al que le gusta también pasar un fin de semana en el campo con su mujer y los niños. Su vehículo debe expresar su éxito social, pero también poder acoger a toda la familia de forma cómoda. Este conductor es sensible a la problemática medioambiental, pero también desea mantener su tren de vida y conservar sus hábitos, sin sentirse culpable por ello.

El diseño exterior luce una silueta dinámica que subraya una línea media fluida que parte de la óptica delantera y llega a los hombros del vehículo. Su identidad de vehículo eléctrico lo expresa el tema gráfico de las bocas de aire, que recuerda al de las superficies de intercambio térmico, tema que se repite en distintas variaciones en el dibujo de la óptica y de la tapa del motor.

La pertenencia de Fluence Z.E. Concept a la familia de los vehículos eléctricos Renault también se hace patente por: el color del exterior, la presencia de LED en la parte delantera y trasera, el diseño de las ópticas y la impronta trasera del logotipo en el capó. El estatus del vehículo también destaca por los detalles cromados, que marcan la línea de cintura y la rejilla de la parrilla, así como por unas llantas imponentes de 21 pulgadas.

Las tecnologías del tablero son sofisticadas e intuitivas. Una pantalla táctil con tecnología TFT (Thin Film Transistor) muestra la información multimedia y la ayuda para la conducción (navegación, estaciones más próximas). El velocímetro proporciona datos específicos del vehículo eléctrico, como la gestión de la autonomía.

Fluence Z.E. Concept no respeta el medio ambiente sólo porque circula con electricidad, sino que todo ha sido concebido para optimizar la gestión de energía: las células fotovoltáicas permiten suplir una parte de las necesidades de energía de las distintas prestaciones, los faros funcionan con diodos electroluminiscentes de alto rendimiento, la climatización es tri-zona y permite un ajuste idóneo en las dos plazas delanteras y en la parte trasera, la aerodinámica ha permitido mejorar el índice de penetración en el aire y los neumáticos Michelin son de baja resistencia a la rodadura.

El prototipo se mueve gracias al motor situado a la altura del tren delantero y a la batería de Ion-Litio situada entre el asiento trasero y el baúl. Los diseñadores y los ingenieros de Renault han trabajado para lograr un vehículo seguro y práctico, en el que poder alojar una batería lo suficientemente grande como para garantizar una buena autonomía, al tiempo que se mantiene un volumen de baúl que cubra las necesidades de una familia (327 dm3).